Historia
La residencia perteneció a Don Reimundo López de Victoria, entre los años 1844-1927. La casa era de dos plantas fabricada con madera del país y techada en zinc. Los altos de la casa eran destinados para vivienda y los bajos para almacenamiento. Todo lo que se consumía en la casa era producido en la finca salvo el bacalao y la sal.
La máquina de romper café, era movida por bueyes y se suplía de agua proveniente del manantial. El glacis (plazoletas) para secar café era una extensión pavimentada con cal ubicada frente a la casa.
Durante el cambio de soberanía, de la española a la americana, hubo una anarquía donde surgieron turbas sediciosas. Estas sembraron terror por todas partes vandalizando, robando y quemando especialmente a los españoles. Don Mundo solicitó ayuda a los americanos quienes instalaron un campamento en su finca. Allí prepararon un lugar llamado Tiro al Blanco ubicado en la falda del cerro Borinquén.
La casa resistió los huracanes San Felipe I (1876), San Ciriaco (1899), San Ciprian (1932) y San Felipe II (1928) sin sufrir daños mayores.
En el año 1953 la casa fue adquirida por Don Antonio Gerena y su esposa Doña Martina Centeno.
En el año 1963 fallece Doña Martina quedando como herederos de la propiedad sus hijos Luis A. Gerena y Carmen M. Gerena. Más tarde, Carmen, adquiere la propiedad y reside en la misma con su esposo Victor Guzmán e hijos por espacio de diez años.
En el año 1994 Edna Z. Guzmán, hija de Victor y Carmen, adquiere la propiedad. En el año 2011 decide restaurarla y nombrarla Hacienda Renacer de Lares, Inc.